29.9.10

Morrisoneando
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Las noches de los martes son noches Morrison. Los botellines a un euro, y aunque a Vane no le mole nada la cerveza (por no decir odiar) no dejaremos de persistir por si algún día cae. Lo que anoche iba a ser un par de tercios y a la cama se acabo convirtiendo en un poco de locos. Se nos fue de las manos. Pero me lo pasé muy muy bien. Ángela es nuestra nueva compañera de piso, asi que salimos para darle la bienvenida. Son las mejores compañeras de piso que se puede tener, son unas tias de puta madre y estoy feliz de que vivamos juntas. Todo es paz, armonía y risas con ellas, muchas risas. Anoche me bebí como 9 tercios más copa y media más chupito en muy poco tiempo, para mí mucho, vamos que iba tajadísima y nos pasaron cosas para recordar. Bueno, hablando de recordar, ¿por qué nunca recuerdo nada de lo que hice la noche anterior? la peña se taja y demás pero luego se acuerdan más o menos de las cosas... A mí me tienen que informar de TODO, donde estuvimos, que hice y dije, que me decían, cuantas veces me caí volviendo a casa, el paquete de frankfurt con ketchup y los seis picolinis que me comí al llegar para matar el ciego, quedarme dormida en el sofá en posición fetal y tener que llevarme en brazos a la cama y yo sin enterarme de NADA... en fin. Estaré incubando algún trastorno de pérdida de memoria que desarrollaré de forma completa en edades más abanzadas o yo que se. Mis amigas me llaman pececilla. ¿alguien se leerá toda esta parrafada?