10.6.11

Image and video hosting by TinyPic


Voy a escribir en letra tan pequeña que ni tus grandes anteojos podrán descifrar estas frases.


Siempre quise tener un gato para llamarle Gato. Lo malo es que no me gustan los gatos.


El otro día comimos ensalada de cactus. El cactus sabía a nada. Estaba buenísimo.


Hablando de cactus, siempre que viajo y miro por la ventana de mi tren o autobús me quedo embobada con unos cactus que son así como gigantes y que me he encontrado ya varias veces a los bordes de la carretera. No se por qué al verlos algo se activa en mí captando toda mi atención y me dan ganas de bajar y hacerme una fotografía delante de ellos.


Creo que me gustan tanto porque son las únicas plantas que no asesino.


Tengo uno en mi estantería de cinco años de vida al que le tengo mucho cariño.