14.10.11

Image and video hosting by TinyPic




Image and video hosting by TinyPic




Image and video hosting by TinyPic




Image and video hosting by TinyPic




Image and video hosting by TinyPic




Image and video hosting by TinyPic




Image and video hosting by TinyPic




Image and video hosting by TinyPic



Hoy he tenido un dia muy raro. De esos que nada más despertar sabes que no será el mejor de tus dias. Uno de esos en los que no es que te haya pasado nada malo -ni bueno-, no has discutido con ningún ser querido, no te va mal en la universidad ni te has levantado con el pie izquierdo. Ni si quiera podríamos decir que te has sentido horrible al mirarte al espejo y ver que de la noche se ha estado incubando la peor de las espinillas del mundo mundial, roja, tipo volcán y encima dolorosa, y ha ido a plantarse ahí, en medio de tu frente, que ni por mucho que enmarques tus ojos con rímel o pintes tus labios de un tono rosa fussia lograrás desviar las miradas de él. Pues no, ni siquiera puedo echarle la culpa a un grano premenstrual. Mi cara esta mañana podría decir que estaba pasable -tampoco reluciente-, de buen ver, si, con un tono algo bronceado de nuevo por haber estado en la playa este pasado fin de semana. Pues no se, me he despertado como un poco insignificante para el mundo entero. He ido a clase y me he sentido más insignificante aún. He vuelto y he comido mi insignificante comida sana de hospital -merluza hervida y ensalada de pepino y tomate-, a mí me gusta, ¿qué pasa? y si, voy a volver a cuidarme, ¡qué cojones!. Después he visto la película de "Buffalo ´66" de Vincent Gallo y me he enamorado un poquitín de este último. Creo que eso ha sido lo mejor de mi día de hoy, si. Y después como me ha subido un poco el ánimo me ha venido la vena responsable y he hecho cositas de la universidad. Y el día ha terminado mejor de lo que imaginaba.